Tautvydas Sabonis es el mediano de los tres hijos de Arvydas, todo una leyenda del baloncesto. Ahora da sus primeros pasos en el filial del Unicaja, el Clínicas Rincón de la Adecco Oro. Apenas ha jugado aún, pero lleva el baloncesto en la sangre. En Málaga se está puliendo una joya.
El mediano de los Sabonis mirando desafiadamente la pelota |
Donde manda patrón, no manda marinero. Así que Tautvydas Sabonis, hijo de la leyenda del baloncesto lituano Arvydas, supo desde el principio que le tocaría seguir los pasos de su padre. Ahora, con 18 años recién cumplidos, inicia su andadura en la Adecco Oro con el Instituto Oftalmológico Clínicas Rincón, filial del Unicaja dirigido por Paco Aurioles. De momento, apenas lleva dos minutos de competición, pero la aventura sólo acaba de empezar: Siendo tan joven su principal objetivo es aprender cuanto pueda ahora.
Mide 20 centímetros menos que su padre (2,00 metros) y se maneja con talento en la posición de tres, en la que ya ha saboreado las primeras mieles del éxito en las categorías inferiores de Lituania donde ha ganado dos oros.
Arvydas trata de enseñarle a ser humilde y hasta hace muy poco le tenía protegido de los micrófonos. Ahora, esa puerta se ha entreabierto, pero tampoco demasiado. Sí que sabe de lealtad, algo que tiene muy presente desde que su padre cumpliese la promesa de regresar al Zalgiris (en lituano) para jugar una temporada gratis. Lleva desde 2001 jugando al baloncesto en Málaga y vinculado al club cajista desde la temporada 2004-05. Por eso, se declara del Unicaja por encima de cualquier equipo de la ACB o la NBA.
Tautvydas Sabonis atento al balón |
El fútbol le gusta seguirlo cuando el tiempo se lo permite, y aquí es donde se confiesa seguidor del Barcelona y un enamorado del juego que realiza el equipo de Pep Guardiola. En la Costa del Sol están puliendo una joya.
De la pesca en Torremolinos a otro reto: Kauno Kaunas
Ya se ve menos a Sabonis por El Castillo de Santa Clara (Torremolinos). Ya frecuenta menos la pesca, de la que disfrutó en largos días cuando el estrés de la NBA y su cuerpo dijeron basta. Cuando hasta rechazó al Unicaja, que le cortejó hasta que pudo. Sabonis, nacido en la República Socialista de Lituania, tenía otros planes. Dejó a sus hijos (Tuti, Domantas, Zigmantas) en Málaga, jugó gratis en su Zalgiris y se hizo presidente. Sabonis nunca olvidó el bronce de los Juegos del 92. Comprometido con la causa independentista, además de acciones del Zalgiris tiene negocios y una nueva pasión: el KK Kauno Kaunas, un club de nueva creación que lidera.